jueves, 7 de julio de 2011

Hoy igual que ayer, pero nunca igual...


Érase una vez, ¿y qué?

Decir esto es como decir que se ha ido, que ha pasado y que todo lo que fue ya no será, no volverá a dibujar la más mínima expresión en tu cara.

Nada se pierde, todo se transforma, ¿no es así? Todo aquello que hiciste, alguien dijo, pensó o viviste con otra persona se torna, cambia como un líquido que pasa de un recipiente a otro y se moldea para no perderse. Formamos isómeros de nuestras propias experiencias.

Pero en el fondo sabemos que el odio o el amor que sentimos un día por alguien –aunque ahora pensemos que no es así- sigue en nosotros, porque continuamos recordando en algún espacio oculto de nuestro ser que sigue siendo lo que era antes, aunque con otra disposición de las formas o los sentimientos. Porque nos hemos obligado a cambiarlo o nos hemos querido convencer de que ha cambiado, aun sabiendo que no es así, que continúa penetrante, inamovible, impasible, latente, y que en cualquier momento un acto, palabra, sonido, olor o sensación nos lo hará recordar.

···xEa···

miércoles, 25 de mayo de 2011

Avanzando...

Érase una vez... demasiado tarde para intentarlo.

Echó la vista hacia atrás por última vez.
Viento
Todo se volvía a repetir, otro déjà vu. “Sólo una lágrima más...sólo una”, se dijo.
Agua
Dio media vuelta y continuó caminando. Solos: ella, el tiempo, el espacio y el mundo bajo sus pies.
Tierra
¿Dirección? Segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer...
Fuego


···xEa···

domingo, 30 de enero de 2011

Un mundo

Soñar con despertar un día y sentir que eres libre. Sin preocuparte por todo aquello por lo que has vivido hasta ese momento. Todo fuera. Disfrutar del calor del sol, y del azul del mar. Ver las olas romper en la arena, sin necesidad de preguntarte cuánto tiempo hace que las observas. Sin nadie que te obligue a volver a la realidad, porque es esa la auténtica realidad, solos tú y el mundo. Solos tú y el camino que quieres recorrer. Desprenderte de todo lo que hasta ese momento te había importado, y olvidarte de política, guerra e intereses ocultos.

Porque en ese mundo nuevo los líderes son aquellos que guían al resto si tienen hambre o sed, y que les protegen si hay peligro. Que guían en aquello que es verdaderamente importante, y que no llevan corbata porque hace tiempo que se olvidó qué era aquello.
Sin necesidad de depender de nadie, sin que los billetes sean el motor que mueve el mundo.
Una involución para la evolución.

Donde aquellas noticias que se conocen no están edulcoradas o manipuladas, ya que existe separación entre verdades y falacias.

Donde a quien finge se le penaliza, donde sólo se protege a los débiles, y donde los fuertes no necesitan protección, porque son transparentes.

Donde no se alabe a los idiotas por decir estupideces, ni se vete a los sabios por contar verdades incómodas.

Donde amar signifique amar, y no manipular, mentir o herir.

Donde si quieres algo, lo consigas por tus capacidades, no porque alguien aproveche las suyas para quitarle a otro lo que le pertenece más que a ti.

Donde, no se premie a aquel que hace daño, pero tampoco a aquel que hace bien, ya que ese comportamiento vendría implícito por naturaleza.

Y donde, no se juzgue por los errores a las personas, sino que exista una separación clara entre error y acto consciente.

Un mundo en el que desplazarse no signifique arrancar vida al mundo, y avanzar no suponga destruir su belleza.
Uno en el que puedas sentir la naturaleza en tus pies y en todo tu cuerpo, donde respires verde y azul, y no gris polución.

Donde se consuma lo necesario, y se devuelva a la tierra como ella nos lo dio primero a nosotros.

Donde no exista el recuerdo de lo que ya no está por culpa nuestra, por no haber nada que se haya perdido de esa forma, y donde no se lleve a cabo ningún acto arriesgado hasta que no se conozca la solución a aquello que pretende hacerse.

Donde el poder no lo tenga el más fuerte y tirano, y donde las diferencias sean enriquecedoras, no devastadoras. Donde no sea necesario ocultarse porque no hay nada de que avergonzarse.

Un mundo que ni existió ni existirá nunca, y cuyas diminutas trazas fueron y son aplastadas por su antítesis, para acabar en ESTO.

`Mm`