jueves, 26 de noviembre de 2009

Recuerdo


Tenía cierta expresión en los ojos que la hacía estremecer.

Sus manos eran fuertes, pero a la vez tenían una firmeza y suavidad que invitaban a tocarlas, y a querer ser tocado por ellas. Su boca siempre acababa esbozando una sonrisa burlona, guardada de momento sólo para ella, porque no importaban muchos más.

Algo en su espalda, o quizá en sus brazos o su altura, hacían que naciera en ella una necesidad de abrazarle siempre, y cuando lo hacía, sus pulmones quedaban invadidos de algo indescriptible que envolvía su alma.

Era esa sensación de estar completa, de estar segura en la persona más perfecta que existía para ella, la sensación de que nadie ni nada podía superar ese momento, la que hacía que no pudiera separarse de él.

Era un loco, un visionario sin futuro, un imprudente. También un genio, que se cansaba de que la gente que le rodeaba no pudiera estar nunca a su altura.

Oía voces que le impedían cumplir su sueño, susurrándole palabras oscuras y tristes,
y perseguía a su princesita infantil y caprichosa, aunque dentro de él sintiera que quería ser el perseguido.

Todas las historias son iguales cuando no consigues que algo quede atrás. Todas tienen la misma sustancia, porque salen de las mismas raíces. Todas hablan de aquello que más duele.

Ésta, por ejemplo y como todas las demás, sigue hablando de él.
La cuestión es, si algún dia dejará de hacerlo.

'Mm'

1 comentario:

  1. Todo lo que se desea olvidar se acaba por recordar...
    Es cierto que todas las historias tienen la misma raíz, que todas acaban floreciendo y marchitandose. Solo queda el recuerdo de lo que una vez fue en una foto, en la memoria, el perfume de los días guardados en algún recondito lugar.
    Algo que queremos que renazca, pero que sabemos q no puede ser...
    Bonito relato! ;)

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